A qué memoriash..
Estaba don Sebas encueradito, tomando su baño de tina y tiernamente acariciando al flácido Panchito le decía:
-Te acuerdash Panchito de aquella güerota que conoshimos en Tamaulipash?... Ah, que memoriash, qué memoriash.
-Te acuerdash de aquella morenota que conocimosh en Veracrush?... Ah, qué memoriash, qué memoriash.
-Y te acuerdash de....
En eso que se le escapa un tremendo, sonoro y burbujeante pedo...
Calla tú, ingrato. Que de ti ni quiero hasher memoria.
Ese cuerpeshito.
-Te acuerdash, Cashimira, de aquélla muchachota llamada María, nueshtra veshina?
-Chi, Viejo, Chi me acuerdo.
-Puesh eshe cuerpeshito, me lo eché.
Y te acuerdash de la gringuita esha que traía lash revishtas eshas queshque de losh teshtigosh?
-Chi, Viejo, Chi me acuerdo.
-Puesh eshe cuerpeshito, me lo eché.
-Y te acuerdash de la gordibuenita que vendía losh tamalesh en la eshquina?
-Chi, Viejo, Chi me acuerdo.
-Puesh ese cuerpeshito, también me lo eché.
-Y tú, viejo, ya hach vichto el cuerpo de bomberoch que echta cherca de la placha?
-Ay caraja, no me digash que te echashte a un bombero?
No, no, me eché... Yo me ando echando a todo el cuerpechito de bomberoch.
Al abuelo nada lo calienta
Está el abuelo de Paquito tomando el sol, todo envuelto con una cobija.
-Oiga, abuelo, cómo que tomando el sol todo cobijado y a mediodía? Que mucho frío? -Le pregunta Paquito.
-Esh que a mi ya nada, nada me calienta. -Responde el abuelo.
-Nada, nada, nadita? -Pregunta el mozalbete.
-Nada, nada, naditita, le contesta el abuelo.
-Pues vaya usted y *ingue a toda su *adre, viejo *endejo. -Le grita groseramente el muchacho.
El abuelo se levanta como rayo y bastón en mano empieza a correr tras el veloz muchacho, quien carcajeándose le grita, -Ay está, no que nada lo calentaba abuelo?
Y tan tan, colorín colorado, estos chistes de abuelitos se han terminado
